Una de las flores preferidas para los ramos de novia es la rosa. Es romántica, aterciopelada y elegante y podemos encontrarla en muchos colores y tamaños. Pero si además se busca una flor grande y especial, sin duda, la rosa de jardín es la ideal.
Nos gusta utilizarla en ramos de novia por su tamaño, por su espectacular apertura, pero también es nuestra favorita por su fragancia. Es algo que no se puede explicar con palabras ¡hay que olerlas para entenderlo!
Marta tuvo claro que su ramo de novia sería de rosas de jardín en cuanto le hablamos de ellas. Su ramo sería romántico, lleno de rosas blancas y con toques de azul turquesa.
Con las rosas de jardín mezclamos rosas de pitiminí del mismo color, que añadían interés y textura al ramo. ¿Y el azul turquesa? El azul es el color favorito de Marta, especialmente el turquesa, y quería que estuviera presente en su ramo de novia. Como no existen flores de ese color, teñimos varias craspedias de azul turquesa y las colocamos entre las rosas.
La celebración de su boda también estuvo marcada por el blanco y el azul. Decoramos la iglesia con rosas, crisantemos y paniculata, todas en color blanco. Y en los bancos y reclinatorios, ramilletes de flores con lazadas de organza blanca y azul.
Una decoración sencilla y muy elegante, tal y como quería Marta para su boda.
¡Gracias por confiar en nosotras en un día tan especial!